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Mauricio Germán Rocha Presidente de la Asociación Culinaria de México A.C. Capítulo D.F. y Chef corporativo de los Restaurantes Puerto Madero Internacional

martes, 10 de abril de 2012

LAS PAPAS SOUFFLÉ





Las papas soufflé son consideradas las más exquisitas entre la variedad de papas fritas.

       Las papas soufflé o Pommes soufflées (del francés patatas hinchadas o patatas huecas) son las papas cortadas muy finas y fritas en aceite templado para luego freírlas en aceite caliente. Su aspecto es similar al de un balón completamente hinchado. Se suelen servir como guarnición de diferentes platos como puede ser pescados o carnes.


La primera fritura, en aceite no muy caliente, debe efectuarse de tal manera que el exterior de la papa quede impermeabilizado. Por otro lado, la segunda fritura, será la responsable de que el agua del interior se evapore súbitamente, provocando que se separen sus paredes y se expandan, dando como resultado una papa frita de forma esférica u ovalada, completamente hinchada.




HISTORIA DE LAS PAPAS SOUFFLÉ





Las crónicas culinarias que hacen referencia a su origen, o a la primera vez que se elaboraron mencionan que fue debido a un error culinario.


           El día 25 de agosto de 1837 se inauguraba la primera línea ferroviaria francesa que uniría París con Le Pecq / Saint Germain-en-Laye, localidades situadas a 19 kilómetros al oeste de París, a orillas del Sena. El 24, día anterior a la inauguración oficial, el barón James de Rothschild, perteneciente a uno de los más influyentes linajes de banqueros y financieros de Europa, organiza un primer viaje a modo de pre-estreno. A él están invitados única y exclusivamente lo más granado de la alta sociedad francesa. El rey Luis Felipe I (último rey de Francia), su esposa la reina Maria Amalia de Borbón-Dos Sicilias, los príncipes y princesas hijos del matrimonio, el ministro de comercio, el embajador ruso, diputados franceses, militares de alto rango, figuras literarias y un nutrido grupo de invitados, representantes de la vida política y cultural, hasta un total de 600 personalidades que se acomodan en los siete vagones de lujo que componían el convoy.


             La expectación es máxima, todos están admirados ante la belleza del trayecto a la vez que sienten una mezcla de inquietud y emoción por la experiencia de ser los primeros en probar este nuevo modo de transporte. El trayecto recorre apenas una veintena de kilómetros.


Se oyen expresiones como: "on ne marche pas, on glisse" (uno no va, uno se desliza) o bien "on ne part pas, on arrive" (uno no se va, uno llega) que aparecerían publicadas en todos los periódicos a modo de titulares. A la altura de la cuesta de Le Pecq el tren tiene serias dificultades para proseguir debido al exceso de peso que soportan sus vagones, por lo que la llegada a Saint Germain  en laye se ve demorada en un cuarto de hora sobre el programa previsto.


A su llegada, el barón de Rothschild, tiene dispuesto ofrecer un aperitivo a sus ilustres invitados. Con toda la pompa y ceremonia que merece el evento, el ágape es servido en vajilla de oro y plata en los salones del hotel Pavillion Henry IV, construido sobre las ruinas de lo que había sido durante siglos residencia de los reyes de Francia, y lugar de nacimiento del rey Luis XIVEl banquete en los Alpes franceses sería apoteósico. Cubertería, porcelana y los mejores arreglos engalanaban la estación de Saint Germain.



La anécdota gastronómica se produce cuando el chef del hotel, monsieur Collinet, que tenía previsto servir solomillo asado con guarnición de pommes de terre en Liard (Liard es una antigua moneda, y cuando las papas son cortadas a discos reciben este nombre, algo similar a unas papas chips)recibe la noticia de que el tren venía retrasado. Inquieto por ver que sus papas se estaban enfriando mandó detener la fritura muy a su pesar. Separó las rodajas de papas semi-fritas y las secó de grasa con la intención de volverlas a freír cuando estuvieran los invitados.    




Llegan los ilustres comensales y Colinet se encuentra, horrorizado, con unas papas arrugadas, frías. Impresentables. Cuando decide volver a freír pone el aceite a calentar, y cuando el aceite está muy caliente observa con sorpresa que al volverlas a sumergir en la grasa las pequeñas láminas de papa se hinchan como un globo, adoptando una textura ahuecada y transparente. 



Se hinchaban, atrapando burbujas en su interior y se tornaban de un color dorado espectacular. Siguió agregando más porciones y el proceso se repetía. 


Habían nacido para la historia las "Pommes Souffles", las deliciosas papas soufflé. su Majestad, impresionado con la idea, repitió el plato dos veces y mandó llamar a Colinet para felicitarle por su maravilloso invento. Desde entonces, las papas soufflé, con todas sus variaciones, realzan las comidas de todas las naciones civilizadas.



         
          El día 25, tal como estaba previsto, se inauguró oficialmente la primera línea ferroviaria francesa, siendo mayoritariamente periodistas y ciudadanos parisinos quienes acudirían en masa con la intención de encontrar plaza en el nuevo medio de transporte. Sin embargo fueron los ilustres invitados de la noche anterior quienes, sin saberlo, asistieron al estreno de dos grandes eventos, el nacimiento del ferrocarril en tierras galas y las patatas soufflées.




Las pommes soufflées se hicieron muy populares en los cafés madrileños como el Café de Fornos ya que se acompañaban con bistecs de carne de ternera.



Numerosos libros de cocina franceses dedican apartados a la preparación de las papas soufflé. Su hechura no es fácil, depende de varios factores como la variedad de la papa, el corte, la temperatura de los aceites, el movimiento de la grasa, etc. Entre los tratados franceses de cocina que la mencionan encontramos:





1885 : La cuisine moderne, comprenant la cuisine en général, la pâtisserie, la confiserie et les conserves, par une réunion de cuisiniers, 1885, H. Cagnon, Paris

1887 : Emmeline Raymond, Le nouveau livre de cuisine (3e édition), Paris, Firmin-Didot, 1887

1893 : Auguste Colombié, Éléments culinaires, Paris, 1893 (chez l’auteur),

1896 : Paul Friand, Notre cuisine, Paris, 1896. En éste libro se da como recomendación emplear papas de variedad holandesa.

1898 : Philéas Gilbert, La cuisine de tous les mois, Ollendorff éditeur, Paris, 1898. Gilbert nos señala: « L’une des conditions requises pour obtenir de belles pommes de terre soufflées est d’avoir des pommes longues, dites Hollande, et bien jaunes. (“Una de las condiciones para obtener unas bellas papás soufflés es emplear papas grandes y frescas, de las holandesas…”

1976 : Paul Bocuse, La cuisine du marché. Bocuse menciona: “Éplucher des pommes de terre de bonne qualité à chair jaune, variété de Hollande autant que possible. Les essuyer et les couper dans le sens le plus long en tranches régulières de 3 millimètres d’épaisseur. Les laver à l’eau froide, les égoutter et les éponger. Pour les frire, il est indispensable de disposer de deux bains de friture, l’un est utilisé pour le premier temps de cuisson, l’autre pour le second temps, c’est-à-dire pour faire souffler.” (Escoger papas de buena calidad, frescas, variedad holandesa si es posible. Lavarlas, pelarlas y cortarlas en rebanadas regulares de 3 milímetros de espesor. Lavarlas con agua fría y secarlas. Para freírlas es indispensable tener dos recipientes para fritura, uno para el primer tiempo de cocción y otro para el segundo, que es donde suflarán…”.